Los pescadores de la Unión Europea, representados por Europêche, instan a los ciudadanos comunitarios a dejar de consumir pescados noruegos y a los minoristas y proveedores de alimentos a detener las compras de productos del mar capturados por ese país. Los pescadores hacen esta solicitud como respuesta a la apropiación ilegal del cupo de pesca europeo por parte del Gobierno noruego y para contribuir a la supervivencia de la industria pesquera y de las poblaciones de peces de la Unión.
Asimismo, el sector reitera el llamamiento a las instituciones comunitarias para que cierren el mercado único a los pescados procedentes del país nórdico y eliminen las preferencias comerciales concedidas a los productos pesqueros noruegos, especialmente al bacalao y la caballa, como medidas para proteger a las empresas de la UE. Según la industria pesquera, existe una gran cuota de caballa producida en la UE, por lo que no hay necesidad de suministro adicional al mercado europeo.
Según Daniel Voces, director general de Europêche, “Noruega parece haber abandonado el camino del diálogo y la cooperación al decidir unilateralmente y saltándose la legalidad apoderarse de la cuota de pesca de la UE. Con estas decisiones, el Gobierno noruego está mostrando un desprecio flagrante por el derecho internacional y una falta de respeto hacia la UE como socio y aliado”.
Para Europêche, el Gobierno noruego está aprovechando la salida del Reino Unido de la UE y las secuelas del Brexit para apropiarse ilegalmente de la cuota de pesca comunitaria de bacalao y de caballa. Con el agravante de que este comportamiento imprudente e irresponsable ha impulsado a otros países, como las Islas Feroe, a seguir sus pasos y aumentar unilateralmente su cuota de caballa. En este sentido y sobre esta última especie, la patronal europea alerta del peligro de que un incremento unilateral de la cuota ponga en peligro la sostenibilidad del stock en los próximos dos años.
Según Voces, “a menos que la UE envíe una señal contundente a estos países, nada les impedirá hacerse con cada vez más cuotas comunitarias de estas y otras especies de peces. Los ciudadanos de la UE deben saber que ahora se cuestiona la legalidad y la sostenibilidad del pescado procedente de Noruega”.
Para el sector pesquero europeo, la actitud de Noruega y sus aumentos unilaterales de cuotas de pesca no solo ponen en peligro la supervivencia de la industria y el empleo de los pescadores comunitarios, sino también la sostenibilidad de importantes poblaciones de peces, como la caballa y el bacalao, además de suponer una seria amenaza para el futuro de una asociación constructiva con la UE. Por esos motivos y, dado que el 60% del pescado capturado por los noruegos acaba en el mercado europeo, los pescadores de la UE instan a los ciudadanos a dejar de consumir productos del mar noruegos.
“El comportamiento inaceptable y desleal de Noruega no muestra ningún respeto por los derechos de pesca acordados y establecidos por la UE en el Atlántico. Esto sienta un precedente peligroso en un socio importante de la UE, como es Noruega, que se aleja de los acuerdos para obtener beneficios económicos a corto plazo. Sería escandaloso e indignante que la UE continúe otorgando acceso preferencial al mercado de productos del mar procedentes de un país que se ha apropiado ilegalmente de la cuota comunitaria y, además, pone en riesgo la sostenibilidad de una especie de pescado”, concluye el director general de Europêche.